En el 2008 mi mamá sufrió una pancreatitis aguda la cual la tuvo al borde de la muerte. En ese momento ella necesitaba plaquetas y yo me ofrecí a donarlas, mi mamá con el tiempo mejoró y en agradecimiento a Dios seguí donando plaquetas durante todo el año, al menos una vez por mes.
Posteriormente también he donado sangre y siendo franco, todos los mitos que tienen acerca de la donación de sangre y/o plaquetas son falsos, no he subido de peso y me he mantenido saludable, los procedimientos que utilizan en el banco de sangre son muy seguros y por eso cada vez que tengo que donar lo hago con toda confianza y con toda la voluntad. La sangre no se vende porque algún dia te sentirás agradecido que te la faciliten en caso de necesitarla
Juan Carlos Rodríguez
Bueno la primera vez que done fue porque no conseguí donante para mi señora que iba a dar a luz a mi primer hijo. Una enfermera me sugirió que donara que eso no era nada del otro mundo. No hay palabras para explicar como me sentí saber que mi sangre iba a ser usada para el nacimiento de mi hijo. De allí en adelante se corrió la voz que yo era donante; muchos familiares y amistades me han pedido el favor de darle una pinta de sangre porque van a hacer operados, o mujeres darán a luz.
Varios me preguntan cuanto cobro y les digo que nada, yo no le pongo precio a mi sangre. Lo único que le acepto es el almuerzo, ya sea una sopa o algo liviano, pero nada de plata. Dono cuando me lo piden, solo se puede donar cada 4 meses, es decir 3 veces por año; yo he donado sino me equivoco 23 pintas hasta ahora, la ultima fue el 20 de dic del 2006. Donar mi sangre me da una gran satisfacción de poder hacer algo por mi prójimo, y más cuando es de vida o muerte, sentirme que soy útil. Todos podemos donar, después que llenemos los requisitos mínimos del banco de sangre.
Luis Felipe Perea
- Licd Quimica
En el 2004 un compañero de trabajo preocupado por la salud delicada de su niña (fue diagnosticada con leucemia) me pide el favor de donar una pinta de sangre debido a que se le iba a practicar una operación. Me motive tanto y me emocionó el hecho de que puedo ser instrumento para darle vida a un angelito nuevo que tiene animos de vivir; es una sensación que no puedo describir. Fuí al banco de sangre del hospital del seguro y fue breve te hacen unas pruebas sencillas de tu sangre y listo.
Creo que el temor de la prueba es nada con respecto a la satisfacción de que tu sangre es
garantía de preservar la vida a otra persona. Nunca pierdan en la vida la oportunidad de vivir esto.
Enrique Gibbs - Farmacéutico
